miércoles, 29 de mayo de 2013

¿La bala de plata o el eslabón perdido?


Realmente lo que voy a plantear no creo que sea ninguna de esas dos cosas. Pero preocuparnos por el producto, más allá de la visión de su proceso de manufactura en mi opinión es crucial.

No estoy diciendo nada nuevo, sin embargo vivimos bastante inmersos en nuestro proceso de producción, cómo administrarlo,  mejorarlo, optimizarlo, etc. En mi opinión está  muy bien. Pero la apuesta es mayor, mucho mayor.

Tal vez por el lenguaje, tal vez por el desinterés en nuestro proceso por parte de las áreas interesadas, no es ese un tema que arrastre multitudes. Guardando las distancias es cómo me puede interesar a mí el proceso de fabricación del queso blanco de Danone siendo consumidor del mismo. Como curiosidad lo veré una vez, si lo hago, pero luego quiero probarlo y decidir si me gusta o no. Vuelvo a repetir, guardando las distancias del ejemplo,  que es sólo para escenificar el tema.

El producto y no me refiero sólo a la entrega (delivery) del mismo, sino a su descubrimiento, es lo que nos acercará más a los interesados, incluyendo entre ellos a los usuarios, nos dará un lenguaje compartido, nos incluirá en el negocio, y finalmente hará que el negocio sea exitoso, donde el producto será un vehículo más en ese éxito.

Tal vez así pasemos de desarrollar “conforme a requerimientos” a desarrollar productos útiles y que hagan al negocio exitoso, creo que esa debe ser la guía. La primera posición nos hace intercambiables con alguien que desarrolle igual o mejor que nosotros los mismos requerimientos. Lo segundo nos hace imprescindibles.

No abandonemos los procesos pero tampoco ignoremos qué fue de la vida del producto luego de salir a Producción. Allí se juega el partido. 

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